El banco malo adelanta que no piensa tirar los precios de los inmuebles
Belén Romana, presidenta de la Sareb -el banco malo, según la terminología adoptada en el sector-, aseguró que la nueva entidad no tiene el propósito de tirar los precios de los inmuebles que se transfieran, puesto que dispone de hasta quince años para gestionar estos activos y sacarles rendimiento. «Nuestro objetivo es vender los activos inmobiliarios al precio adecuado en el momento oportuno», aseveró.
En su primera comparencia ante los medios informativos, la dirigente expresó su convicción de que la Sareb atraerá a más inversores privados. Cierto que BBVA no está, reconoció, para añadir que el segundo grupo bancario español ha tomado esa decisión «en el ejercicio libre de sus facultades». A continuación agradeció la participación de otros socios, la mayoría de las entidades de crédito españolas, e incluso algunas filiales extranjeras, así como las aseguradoras, que han entrado en el proyecto.
Romana despejó la idea de que se haya predeterminado una proporción de partícipes extranjeros, «Hemos detectado un enorme interés, pero no nos hemos fijado un objetivo», afirmó. Recordó que el tamaño de la Sareb rondará a principios de 2013 los 55.000 millones de euros de activos gestionados, y, tras reconocer que las entidades están comprometidas a financiar la venta de estos activos, admitió que la sociedad buscará otras vías de financiación. El consejo de administración de la Sareb estará integrado por quince miembros. Cinco independientes: Javier Trillo, Luis Sánchez Merlo, Celestino Pardo, José Ramón Álvarez Rendueles y Emiliano López. De los representantes del capital, cuatro lo serán por la participación pública: Belén Romana, Walter de Luna, Rodolfo Martín Villa y Ana María Sánchez Trujilllo, mientras que el resto han sido designados por el capital privado. Romana descartó que vaya a producirse incompatibilidad según intereses, los particulares y los de administradores del banco malo.
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