La morosidad bancaria bate otro récord por los saneamientos y la caída del crédito

Era previsible, pero supone un sobresalto. La morosidad bancaria, medida como el porcentaje de créditos que durante tres meses consecutivos se ven afectados por impagos, se disparó en octubre hasta el 11,13%. Ya lleva 16 meses de alzas continuadas, pero este registro supone un importante salto respecto a septiembre. La escalada se debe a dos factores igualmente negativos: las entidades están reclasificando operaciones para considerarlas de peor calidad y difícil recuperación, al tiempo que, en ausencia de peticiones solventes, mantienen cerrado el grifo del crédito. Hace justamente un año, la financiación a empresas y familias era superior en 90.000 millones de euros. El ritmo medio de caída está en el 5% internual.

Mientras tanto, los números son reveladores del deterioro de la situación financiera de los hogares y las compañías. A 30 de octubre pasado, y para una cartera crediticia de 1,68 billones de euros, la cifra a que ascendían los préstamos morosos era de 189.618 millones. La tasa del 11,13% deja muy atrás la cifra récord del 9,15% alcanzada en febrero de 1994. Por aquellas fechas se arrastraba el impacto de una fase de recesión, pero también la resaca de la intervención de Banesto. Y los tipos de interés aplicados rozaban los dos dígitos.

La cifra de morosos de octubre supone un incremento de 7.392 millones respecto a septiembre y, lo que es más significativo, muestra un avance del 43,7% con relación a doce meses antes. Hace justamente un año, cuando algunos analistas llegaron a pronosticar que se estaba a punto de tocar techo, la morosidad de las entidades de crédito españolas estaba en el 7,42%. Desde entonces ha registrado un considerable aumento de 57.651 millones. En paralelo a los fallidos crediticios, las entidades se han visto necesitadas de engrosar el colchón de provisiones. La cifra acumulada a 30 de octubre, 117.341 millones de euros, es superior en 5.078 millones a la del mes precedente, y muestra un aumento interanual de 44.652 millones, que revela, a su vez, un crecimiento del 61,4% en los últimos doce meses transcurridos.

Decretos

El secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), Pedro Pablo Villasante, explicó que tan notable esfuerzo de saneamiento se ha llevado a cabo contra resultados, y responde en gran parte a las exigencias de la nueva normativa.

Los decretos que el sector ha bautizado como Guindos 1 y 2, que imponen dotaciones por el ladrillo tóxico, y también por el sano, han lastrado las cuentas de las entidades, hasta el punto de llevar a algunas de ellas a presentar números rojos en sus cuentas consolidadas.

Villasante, que no se atrevió a pronosticar cuando se producirá el punto de inflexión en la morosidad, consideró que los impagos no van a tener un crecimiento «alto o acelerado» en los próximos meses porque en España existe el compromiso de pago, sobre todo en el segmento de las hipotecas. La situación económica, reconoció, no ayuda. Pero añadió, durante la presentación de resultados trimestrales de la banca, que una serie de valores sociales de compromiso financiero harán que la mora no se dispare.

El directivo de la AEB sugirió que el nivel ahora alcanzado se debe a las entidades nacionalizadas. «No se trata de una actividad en situación normal, sino de una afloración de balances. Los niveles en que nos encontramos son muy altos, superiores a años anteriores. También hay que considerar que muchas de estas entidades han fracasado y han sido inviables, insolventes y se las han tenido que inyectar ayudas públicas», recordó. Y lo han hecho «contra resultados», lo que lastra las cuentas y se ha traducido ya en números rojos para algunas entidades individuales, como el Banco CAM, adquirido por el Sabadell, que ha registrado unas pérdidas de 1.432 millones hasta septiembre.